Somos tan chingones los mexicanos que hasta la misma muerte nos hace los mandados, nos reimos de ella, la ridiculizamos, la despreciamos pero en ese mismo tren la admiramos, respetamos; y celebramos tanto que en los ultimos meses el morbo de su presencia en el norte del país, vende más que cualquier otro tópico nacional.
El México de los grandes contrastes como dicen los que saben manejar la elocuencia y la retórica (de los que se codean con la sabiduria) el país de gran riqueza cultural, de grandes recursos materiales y humanos; es este mozaico el que adorna la caratula del libro que realmente es el México del hoy, un México ambiguamente rico.
El México de hoy tiene grandes contrastes; es cierto, pero no aquellos que lo hagan ser atractivo de un modo no convencional del concepto original como tal. La sociedad se ha convertido en una caricatura de lo que fue, ahora un movimiento nacional construyendo un futuro de incertidumbre. Un país desvalorizado (con la mirada apocalyptica del que esto escribe) es lo que se puede ver y palpar; un pais derrumbado no por la guerra narcoril y la guerra política; sino dismuido en las bases de la sociedad y del colectivo, con una revalorización vana y estéril.
Se dice que todo país tiene el gobierno que se merece; la pregunta será pues ¿Todos se merecen este gobierno? la respuesta es probable sea no, pero se debe lidiar con ello aunque no se merezca. Las sociedades históricamente han sido dependientes de un control, entregando el mando al gobierno ya sea por inducción o desición propia, pocas han creado o diseñado mecanismos para la vigilancia del uso del poder; y los que han sido definidos por el mismo gobierno suelen ser ineficientes.El México de los grandes contrastes como dicen los que saben manejar la elocuencia y la retórica (de los que se codean con la sabiduria) el país de gran riqueza cultural, de grandes recursos materiales y humanos; es este mozaico el que adorna la caratula del libro que realmente es el México del hoy, un México ambiguamente rico.
El México de hoy tiene grandes contrastes; es cierto, pero no aquellos que lo hagan ser atractivo de un modo no convencional del concepto original como tal. La sociedad se ha convertido en una caricatura de lo que fue, ahora un movimiento nacional construyendo un futuro de incertidumbre. Un país desvalorizado (con la mirada apocalyptica del que esto escribe) es lo que se puede ver y palpar; un pais derrumbado no por la guerra narcoril y la guerra política; sino dismuido en las bases de la sociedad y del colectivo, con una revalorización vana y estéril.
En México con los problemas llamados "históricos" y los actuales, convendría analizar lo que deseamos para un futuro inmediato, ya pronto en el desarrollo de esta década existe la posibilidad de redireccionar el rumbo poíltico del país ratificando al grupo que en e s te momento se encuentra en el poder; una decada de administración que hace pensar que no todos los cambios son buenos, o bien de traer de nuevo al antiguo régimen que por 70 años sedo al país y al parecer con estos años en la izquierda aprendio o debio aprender nuevas estrategias para retomar el poder y sobre todo el control.
El 2012 esta a la vuelta de la esquina; pero como "buenos" mexicanos, nos acordaremos que tenemos una cita y una responsabilidad con la política de este país al cuarto para las 12, somos pues el fruto de un sistema bien diseñado para controlarnos y tenemos la memoria histórica suficiente para ignorar los hechos históricos.
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