2016-06-10

Alternancia en Tamaulipas ¿Premio o reto?

Por Pepe Flores


Aun no amanecía el seis de junio, mientras muchos tamaulipecos se habían ido a dormir con la incertidumbre, esperanza; o en su caso, con la certeza de que su voto habría logrado un cometido; se gestaba en Tamaulipas una alternancia, después de décadas de hegemonía tricolor las elecciones arrojaban un nuevo color a la historia de la política del estado. De acuerdo a las cifras del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP); que a la postre se ratificarían, el Partido Acción Nacional (PAN) había sacado y; posteriormente, ganado con una diferencia abismal al tricolor, la decisión del electorado lo había logrado; un cambio en la política tamaulipeca.

Voto de castigo le llaman muchos que están dentro del mundillo de la política; ya que en las últimas dos décadas el tricolor encabezo una política de excesos, de supuesta complicidad con bandas del crimen organizado, presumibles enriquecimientos ilícitos, no solo de ellos sino de sus familiares, una administración indiferente a las necesidades de los tamaulipecos; lograron el hartazgo del ciudadano promedio, del que vive sin esos lujos que muchos políticos y funcionarios regodean diariamente, yo le llamo ‘voto de cambio’, me insulta que crean que al no votar por el partido en el poder sea por ‘castigo’; tal vez exista un sector que lo haya hecho así, sin embargo no podemos desalinearnos del deseo del cambio a un mejor estado, a un mejor gobierno y sobre todo a una mejor condición de vida. Es por eso que considero desligarse del concepto de voto de ‘castigo’ porque es la etiqueta que los que se han codeado con los excesos del gobierno quieren que adoptemos.

Yo les pregunto ¿Qué dejamos de hacer como ciudadanos para que estos gobiernos priístas evolucionaran a lo que ya hemos visto? Sin duda en el análisis de la situación que impera en la entidad; como ciudadanos, no podemos desligarnos de responsabilidad, una buena parte del gobierno que hemos tenido se debe a cierto grado de apatía por parte de nosotros en la acción ciudadana y otra corresponde al grupo político que ha creado una realidad muy lejana a la que vivimos los mexicanos.

Ante la llegada de una alternancia en el estado – la primera en décadas – y otros estados de la república ¿Cómo podemos entender esta? ¿Cómo un premio o un reto? Sin lugar a dudas ya se dio un primer paso para que en la salud de la política, se eliminen vicios por la permanencia y se propongan nuevas y tal vez mejores formas de administrar los recursos del estado. Tal vez exista un simbolismo de premio en la alternancia, ya que el abstencionismo redujo su porciento en esta elección lo que podría demostrar un grado importante de interés del ciudadano.

Creo fervientemente como un reto la alternancia en Tamaulipas, el ciudadano promedio podría entender y concientizar que existe en sus manos los mecanismos – no tan claros por cierto – de la vigilancia a la administración pública, que su participación activa en la exigencia de la rendición de cuentas es un derecho y obligación moral-cívica.

Considero que si echamos un mirada a los últimos cuatro mandatos priistas podremos observar lo que no queremos que se repita y; sobre todo, que la nueva administración celeste; no se convierta en un mandato tricolor.

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