En el programa de esta semana de la periodista Denise Maerker (Punto de Partida) se dió una muestra de la deplorable y lamentable división del PRD, situación provocada por las dos corrientes principales que encabezan al partido amarillo; Los Chuchos (+ marianita) y los Lopezobradoristas. En el mencionado programa entrevistaban a los seguidores perredistas que habrían de votar por Juanito (Rafael Acosta Ángeles) el candidato del PT por la delegación de Iztapalapa, en las entrevistas que hicieron los amarillos mostraban una verdadera confusión al no saber exactamente por quien habrían de votar, diciendo iban a tachar a Clara Brugada en la papeleta (ex-precandidata a mandamás delegacional en las internas perredistas) no así al candidato petista.
El caso Iztapalapa ha enfatizado el descredito al partido amarillo, ha comprobado para muchos que ya no es la izquierda más viable, que ya no es el movimiento fuerte de antes de las elecciones presidenciales. Hoy los candidatos amarillos son notados mediaticamente más por sus actuaciones polémicas en la política de estufa que por su solidez en propuestas claras, creíbles y comprometidas de cara a las elecciones. En la previa de los comicios electorales de mediados de año, el PRD se desinfla drásticamente, el término pelele que usaba Lopez Obrador para ridiculizar a sus contrincantes antes del 2006 ahora se le esta regresando de forma por demás apocalíptica.
Hoy en dia no existe una real fuerza de oposición al partido del estado, el PRI que ahora es de izquierda mantiene un orgullo burgués ante la nueva instancia al que lo han mantenido en estos nueve años, no ha entendido que ya no es partido del estado; del gobierno, tal vez porque su representación en las entidades federativas es la más fuerte, tal vez y como lo dicen muchos que saben de política es porque han estado negociando bajo la mesa con los azules para estas elecciones venideras.
Los demás partidos, los llamados: chicos, están negociando su sobrevivencia y asi su representacion en las cámaras con monedas de cambio haciendo a veces el trabajo sucio de los partidos grandes con quienes han llegado a formar coalisiones.
Hoy el PRD que habia gozado de buena salud y popularidad se encuentra tundido por la infección de la desconfianza interna, de la falta de trabajo en equipo, falta de compromisos homogéneos y practicamente de una dirigencia acéfala, hoy el país vive una izquierda débil como en los tiempos priístas en los Pinos, negociar con los azules parace la verdadera estrategia de los partidos hoy en dia y ocultar tales acciones con supuestas enfrentas mediaticas, al parecer hasta los amarillos podrían estar llevando a la práctica esta opción, ¿será que estamos viendo un México sin izquierdas verdaderas, digamos pues hasta ilegítimas?