Un otrora Juanito erguido, risueño, dicharachero y rebelde dio a conocer en una conferencia de prensa el tan esperado anuncio; su casi inminente dimisión al cargo de la delegación de Iztapalapa, anuncio que pedira un permiso de 59 días al cargo una vez jurado al mismo.
Sólo bastaron 47 minutos con el jefe del DF: Marcelo Ebrard para que Juanito diera marcha atrás a sus pretenciones previas a la reunión con el mandamás chilango, un Juanito cabizbajo, encorbado, débil y con voz temblorosa salió a dar el anuncio, sus explicaciones fueron estar delicado de salud, enfermedad del corazón y dos infartos argumento.
No cabe duda que Ebrard sigue con esto enviando el mensaje de ser el candidato más viable por el PRD a la próxima campaña rumbo a la presidencia, ayer hizo lo que AMLO no pudo; poner en orden a uno de sus lacayos, y no es que de momento se a un hecho que Juanito deje la delegación pero todo parece indicar que asi será.
Como ya estaba previsto tanto la fama como el poder de Juanito eran efímeros, se convirtio en un personaje pintoresco de la política nacional, más que todo porque los medios le dieron ese status, el internet lo ratifico como tal y ayer parace haber detenido su marcha, no dejara de ser nota en los periodicos pero tal vez ya no con la fuerza de las previas.
Tal vez este pagando caro Juanito, "se la creyó" y ese parace ser su pecado, no así sus legítimas (término que al usarse denota conocimiento en politica) aspiraciones.
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